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Con constancia digna de admiración Jesús Elosegui sigue en el intrincado dédalo de la vida de Iztueta. Tan compleja y desconcertante figura no basta a arredrar su ánimo. Elosegui, a fu..buen montañero, es de aquellos que no se quedan a medio camino, sino que avanza sin desmayos iluminando zonas y aspectos obscuros del bien apodado "Txuri" zaldibitarra.
 
Por si no fuera poco el fruto de la tenaz investigación que nos ofreció en Auñamendi, el Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País (San Sebastián, 1971, 3-30) nos regala con un estudio pormenorizado que va de 1801 a 1807, de Iztueta preso en Guipúzcoa y Logroño. Tenemos noticias de que a este estudio seguirá otro sobre su vida en San Sebastián desde 1812-1837.
 
Obligada era esta introducción, ya que tenemos que hacer referencia a un documento entre otros muchos, que aporta Elosegui. En la primera audiencia ordinaria de Iztueta en Logroño el 23 de abril de 1806, cuando ya llevaba en la cárcel más de cuatro años, se lee: "En la Audiencia do comunicación de la publicación, el reo presentó tres pliegos de papel que había pedido para hacer unos apuntes, los que se le dieron, y en ellos extendió en vascuence unas canciones que compuso en Zaldivia sobre el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo sobre los preceptos del decálogo, desengaños del mundo y penas del infierno, los que suplicó se tuvieran presentes para prueba de su modo de sentir en los puntos de creencia cristiana que abarazan; y aunque por la dificultad de su inteligencia parecía inútil el unirlos a la causa , mandó el inquisidor se unieran y en ella existen".
 
Es lástima que todavía no se haya dado con la causa, lo que nos ahorraría muchas suposiciones. Conocemos las que se refieren a los desengaños del mundo y penas del infierno. Van incluidas al final de su libro de danzas, de Guipúzcoa. Más toscas las encontramos en un abultado juicio de un ladrón.
 
Quedémonos con "unas canciones que compuso en Zaldivia sobre el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo". ¿De qué canciones se trata? Que sepamos, dos son las composiciones poéticas conocidas hasta ahora por nosotros de Iztueta en torno al misterio navideño: los villancicos inéditos que publicó en parte el Padre Antonio Zavala, S. J., en las columnas de este diario en 1967, y los que nosotros encontramos entre sus papeles en Bilbao.
 
El Padre Zavala los encontró en la colección de poesía popular vasca que recopiló el príncipe aparte y que se encontró en Bonaparte y que se encuentra hoy en la New Library, de Chicago, de donde le facilitaron microfilmada. Las estrofas muy semejantes a otras de postulación de la noche de Santa Águeda, Noche Vieja, San Juan... junto con el encabezamiento de "Iztieta jaunak", llevan al Padre Zavala a la hipótesis de que las compondría a petición de alguno para salir de paso y en edad madura o avanzada.
 
Los villancicos de iztueta
 
El lenguaje mismo, mucho rico y variado, induce a pensar que no pueden ser éstas a las hace referencia el documento aporta EIosegui. Nosotros no inclinamos a pensar que se trata de las que hallamos en Bilbao con el título de "Gan pozgarriagorik”
 
Aunque la escritura no es de Iztueta hay en ellas algunos toques suyos. Consta de "Sarrera", "Zortzikoa" y "Euskaritxoa” Es fácil adivinar en ellas un poco de tono moralizante y de doctrina. En la imposibilidad ofrecer todas, ya que a algunas les faltan palabras y son ilegibles del todo, aquí van cinco estrofas en este orden: dos primera de Sarrera, otras dos de Zortzikoa la final de Euskaritxoa.
 
A través de ellas nos llega el aire religioso sencillo , vivido de nuestros antepasados y al mismo tiempo invitan nada menos que al gozo y al salto de la danza. Estrofas breves y preciosas, para ser cantadas algunas de ellas con la música de "Ogueita lau garrena":
 
Ai, au Aur zoragarri
guri ta mardula
guzion onerako
jaio da mundura.
Deseatzen genduen
eguna eldu da
baita arras ill-ere
gendukan beldurra.
 
Gau pozkarriagorik.
nere iritzian
ezin izan diteke
sekula guzian:
Adanen bekatua
pararik azpian
Jaunak ifini gaitu
beraren grazian.
 
Illak eta biziak
konsueloz daude
egin dalako aur au
zeru lurren jabe:
bizi gaitezke ongi
ta pozez alere
Luzifer gaiztoaren
beldurrikan gabe.
 
Eguerri bezperan
Belengo errira
gure salbatzallea
gabaz etorri da:
beraturik nago ni
berari begira
Adanen bekatuak
betiko ill dira.
 
Después de decir que ya vienen los pastores dejando sus ovejas y de alabar la virginidad de Maria, termina con esta invitación:
 
Zarrak eta gatzeak
goazen bertatik
Jesús adoratzera
biotz biotzetik
guziok salbatzera
jetxi da zerutik
nor dantzatuko ez da
Jesús, gaur zugatik!
 
Paradójico, desconcertante —como nos dice en una carta Elosegui— esto Iztueta de vida tan poco asendereada, acusado dé dichos como tales —"en muriendo nada quedaba del hombre" "que Jesucristo era un hombre temeroso y falso", que "él iba a misa en el pueblo por ceremonia y para que no le notasen"— y que de esta manera tan entrañable nos lleva a las pajas de Belén.
 
En otra hoja. con el título de "Recitado", leernos sentimientos muy contrarios a los dichos de acusación:
 
Gure Jainkoak agindu ziguna
igorri du izanik biotz biguña:
gizon egiñik bere seme maitea,
Zer nai degu geiago egitea?
 
Gure artean derilla bizi,
ez digu egin mesede gutxi:
egun gozo au zaikunean iritxi,
beraren egin-bideak ditzakun
[ikasi.
 
 
No estábamos muy equivocados al suponer el tema religioso en Iztueta de sus primeros años, eco de los sermones y de la doctrina cristiana Son sin duda con los que empezó a sobresalir entre sus paisanos. Tiene arte Iztueta para cantarlos al corazón del pueblo, y de saberlos dar en forma moralizante y aconsejadora. ¡Qué distancia a veces entre sus pensamientos y sentimientos, entre su vida y obra! En verdad, Elosegui, desconcertante.
Jose Garmendia