«makil dantza», de Vera de Bidasoa
La «makil dantza» de Vera de Bidasoa, que se baila el día de San Esteban, fiesta patronal, el 3 de agosto, después de la misa mayor, en la plaza del barrio de Vera primero y luego en la del barrio de Álzate, consta de diez números, que se distinguen principalmente, más que por la variación de las figuras, por la variación de las melodías, siendo el número final muy parecido a la «Jorrai dantza» guipuzcoana. Suelen salir doce muchachos de quince a dieciocho años, vestidos de blanco, con boina, pañuelo al cuello y faja rojos, en dos filas de 'a seis. En el antebrazo y en los tobillos ostentan a veces cintas de colores y antiguamente llevaban unas como polainas, adornadas con bordados y cascabeles bastante gruesos, y un brazalete semejante a las polainas; los danzantes solían ser también de mayor edad.
Delante de ellos marchan los «txistularis»; detrás, dos mozos con dos pellejos u odres inflados al hombro, vestidos con blusa negra, pañuelo rojo al cuello y boina negra, a los que se da carácter burlesco. Los danzantes llevan dos palos no muy largos (como de cincuenta centímetros), uno en cada mano y apoyados en cada hombro. Detrás de los de los pellejos o al lado de la comitiva va uno que transporta otros palos más largos, que no se usan más que al final, en el décimo número.
Después de entrar en la plaza, donde se celebra el baile, y de dar; una o dos vueltas a ella al son de una marcha especial, se colocan los «txistularis» frente a los danzantes, y éstos en las dos filas consabidas, cara a cara unos de otros, con los palos al hombro. Al comenzar cada número siempre se toca un son especial muy rápido, a cuyo compás dan una vuelta entera sobre sí mismos. Después comienzan los paloteos, lazadas y evoluciones varias. Empiezan el primer número con un golpe de los palos entrecruzados, al que siguen otros. Luego, cada danzante pone uno de los palos sujeto debajo de las piernas y con el otro golpea al sujeto de esta suerte por su pareja.
En el segundo número, el comienzo es parecido al del primero. Luego cada danzante da dos vueltas sobre sí mismo, pasando los palos bajo las piernas.
En el tercero dan vueltas sobre sí mismos y, alternando los de una fila con los de otra, presentan el palo horizontal, agarrado con las dos manos de los extremos, para que lo golpee el que está enfrente. A la melodía de este número se la conoce en Vera y otros lugares por algunos con el nombre de «axeri dantza» = danza del zorro, acaso por la letra con que se canta, que dice así:
Delante de ellos marchan los «txistularis»; detrás, dos mozos con dos pellejos u odres inflados al hombro, vestidos con blusa negra, pañuelo rojo al cuello y boina negra, a los que se da carácter burlesco. Los danzantes llevan dos palos no muy largos (como de cincuenta centímetros), uno en cada mano y apoyados en cada hombro. Detrás de los de los pellejos o al lado de la comitiva va uno que transporta otros palos más largos, que no se usan más que al final, en el décimo número.
Después de entrar en la plaza, donde se celebra el baile, y de dar; una o dos vueltas a ella al son de una marcha especial, se colocan los «txistularis» frente a los danzantes, y éstos en las dos filas consabidas, cara a cara unos de otros, con los palos al hombro. Al comenzar cada número siempre se toca un son especial muy rápido, a cuyo compás dan una vuelta entera sobre sí mismos. Después comienzan los paloteos, lazadas y evoluciones varias. Empiezan el primer número con un golpe de los palos entrecruzados, al que siguen otros. Luego, cada danzante pone uno de los palos sujeto debajo de las piernas y con el otro golpea al sujeto de esta suerte por su pareja.
En el segundo número, el comienzo es parecido al del primero. Luego cada danzante da dos vueltas sobre sí mismo, pasando los palos bajo las piernas.
En el tercero dan vueltas sobre sí mismos y, alternando los de una fila con los de otra, presentan el palo horizontal, agarrado con las dos manos de los extremos, para que lo golpee el que está enfrente. A la melodía de este número se la conoce en Vera y otros lugares por algunos con el nombre de «axeri dantza» = danza del zorro, acaso por la letra con que se canta, que dice así:
«Iru txitu izan
eta lau galdu. ¿Nere txituaren ama zeñek jan du? Axeriyak jan diyo lepua eta erretore jauna tronkua.» |
(« ¡Tener tres pollitos
La zorra (le) ha comido el cuelloy perder cuatro! ¿La madre de mis pollitos quién la ha comido? y el señor rector el tronco.) |
El número cuarto se distingue sobre todo porque cambian de lugar los danzantes, dando vueltas sobre sí mismos, como se expresa en el diagrama número 1, volviendo al final a la postura inicial:
DIAGRAMA 1
El número quinto es parecido al cuarto, pero golpean con los dos palos, agarrados con las dos manos a la vez. En el sexto también se golpea con los dos palos agarrados y cambiando de lugar.
El séptimo sigue, en un principio, la misma norma, pero en un momento de la melodía los danzantes, que están en dos filas, en la posición que indica el diagrama 2 A,
DIAGRAMA 2
se colocan en la del diagrama 3 B, del modo en que se indica en el número 4:
En el octavo número, los doce danzantes, que están en la posición característica inicial, se reúnen en una fila y luego forman otras dos, como en la figura anterior.
En el noveno, los de un extremo de las dos filas van al extremo opuesto y luego los de éste al contrario, como se expresa en los diagramas 5 y 6:
DIAGRAMAS 3 Y 4
DIAGRAMAS 5 Y 6
Después de hecho esto, los de una fila colocan los palos sobre la cabeza y los de la otra golpean.
El décimo requiere cambio de palos y lleva el nombre especial de «zaguia dantza», mejor dicho, «zagui-dantza», danza de la pelleja, odre o cuero. Los de las pellejas se meten agachados entre las dos filas, y al son de una melodía de aire monótono y primitivo avanzan y reculan con los doce danzantes, que llevan el palo largo al hombro, y que cada vez que reculan golpean las pellejas infladas, seis en cada pelleja, metiendo un ruido sordo, que causa el regocijo de la gente (Fig.2).
"Zagui-dantza" o danza de la pelleja, odre o cuero |
Así es, poco, más u menos, el paloteado o «makil dantza» de Vera de Bidasoa. Por esta descripción se ve que los números más característicos son el tercero y el décimo. El tercero lleva el mismo nombre que la vieja danza carnavalesca, descrita por Iztueta, de «danza del zorro», pero no se parece en nada a aquélla(5).
El décimo se puede decir que es una variante de la «jorrai dantza» o danza de la escarda, descrita por el mismo autor, pero faltan las azadas y, en conjunto, es más sencillo.
Ahora bien, ¿qué representa el pellejo u odre hinchado? A primera vista podría pensarse, a secas, en una danza de caza, o bien que el pellejo quiere representar un animal dañino al que se expulsa. Pero investigando más hallamos que tal tesis, como casi todas las de aire simplista en folklore, no es plausible.
El odre no representa a un animal tan sólo, sino que figura probablemente a un personaje de un aspecto más enigmático en su origen, como se verá un poco más adelante, después de analizar una curiosísima danza de Ochagavía, localidad navarra del Pirineo.
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5 Una descripción muy detallada, con música, ha hecho últimamente Antonio Goya, con dibujos de Juan Larramendi, para uso de los que la pretendan bailar. Acaso en el orden seguido por mí en la descripción anterior, descripción somera, cuyo propósito es distinto, haya alguna alteración en el orden de los números. Yo tomé mis notas en las fiestas de 1939 y creo que para la discusión que viene son suficientes.
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