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AZERI O AXERI-DANTZA:DANZA DEL ZORRO 

Relacionada con el Otsabilko está una danza guipuzcoana que describe Juan Ignacio de Iztueta (1767-1845); la azeri dantza o 'danza del zorro', y no «danza de atrás», como traducen algunos. Comienza diciendo Iztueta a propósito de ésta que los guipuzcoanos se confunden al dar el mismo nombre de ella a una figura del zortziko , que consiste en ir de adelante atrás. La verdadera azeri-dantza se hace al final de los días de gran solemnidad y en los carnavales . Con la música que le es peculiar , va el cortejo de danzantes con su capitán, de casa en casa y por los caseríos, a recoger pollos, longanizas, solomillos, huevos o los comestibles propios de la estación.

De las puertas de las casas donde les han dado regalo, y después de haber comido algo de lo que han recogido, salen con el mismo son a la plaza y retuercen el pescuezo a unos pollos que llevan en unos palos colgados, operación que han de hacer con los ojos tapados. Esta danza o, mejor dicho, su música, dice Iztueta que es alegre. Pero lo más risible, sin duda, es el final, verdaderamente extraño. El capitán, a una, con una antorcha o candela de pelo o lana en la mano, prende fuego a un trozo de estopa que los demás danzantes llevan colocado en los agujeros de la nariz, y al final de la tocata, con los ojos también vendados, todos deben pasar la cabeza por un pequeño aro que cuelga en medio de la plaza de una cuerda que va de un extremo a otro.

La fiesta -según la descripción de Iztueta- termina cenando los pollos, etc...

Como se ve, la azeri-dantza es más bien una función que una danza propiamente dicha. Que sea característica del Carnaval, sobre todo, es muy digno de tenerse en cuenta. Ya se ha visto cómo es típico de este período del año en otras partes de España el hacer extrañas matanzas de gallos y gallinas, el elegir un «rey de gallos», etc., y cómo en parte del país vasco mismo había un día especial que se llamaba oillokunde ('del gallo'); pero estas matanzas deben ser estudiadas en otro lugar, porque aquí nos interesan, no las aves, sino el zorro. El nombre de azeri-dantza o axeri-dantza no tiene duda: quiere decir 'danza del zorro'. El moderno editor de la colección musical de Iztueta, en su remaniemen t la denomina atzeri-danzta , para re-lacionarla sin duda, no con el zorro o zorra (azeria o axeria ), sino con «atrás» (atzera ), porque se bailaba al final. Pero esto es errado. Una letra de una azeri-dantza de Vera, no igual a la descrita, que alude claramente al zorro y la degollación o retorcimiento del cuello de los pollos, no puede ser más significativa. Hay, por otra parte, unas creencias, relacionadas con el cuello de la zorra y sus virtudes, que habrán de tenerse en cuenta para explicarse loxiescrito.

En el país vasco-francés del Labourd se cree que «cuando se consigue alimentar a unas gallinas con granos de maíz que tocaron el gaznate de una zorra, esas gallinas se ven libres de ser comidas por las zorras».

En un edicto dado por la Inquisición en Logroño en 1725, condenando ciertas prácticas mágicas de los campesinos vascos y navarros, se señala que: Para curar el Ganado de algún mal que padece, ó preservarle de los Lobos, suelen pasar tres géneros de granos, ó un género tres vezes por la Garganta de algún Lobo muerto, y dan á comer el dicho grano al Ganado.

Esto parece poder tener que ver con el paso de la cabeza y cuello de los danzantes de la azeri-dantza por un aro.

Axe' ta tupín

En los barrios de Gaindola y Gainekoleta, pertenecientes al pueblo de Valcarlos, que, como su nombre lo indica, está cerca de un lugar famoso en la historia medieval, el desfiladero de Roncesvalles, donde fue derrotada la tropa de Carlomagno por los vascones, se celebra el domingo de Carnaval en uno y el siguiente en otro las fiestas llamadas de Axe' ta tupín:('el zorro y la marmita).

Las diversiones matinales se conocen con el nombre particular de axeri-besta ('fiesta del zorro'), porque el personaje principal es un hombre disfrazado con careta y gran cola de zorro, que recorre los caseríos fingiendo un robo de huevos que los habitantes de ellos colocan precisamente al anochecer del día anterior en puertas y ventanas. Después del zorro, axer i, llegan al caserío que sea varias máscaras con música con una a la que llaman gorri ('rojo a la cabeza'). Ésta saluda primero a la dueña de la casa y luego al dueño, y bailan tres danzas ante la casa. Así recorren el barrio propio y el vecino, y a la salida de misa mayor bailan en la plaza. Después de comer vuelve a salir el zorro, acompañado de dos máscaras a quienes se conoce con los nombre de jauma eta anderea ('el señor y la señora'), y el gorri, y un hombre que lleva una bandera (banderari ), dirigiéndose a un lugar determinado, entre los dos barrios, llamado «El Peñón». Mientras que el banderari permanece inactivo, la gente persigue al axeri, al señor y a la señora, pretendiendo arrancarles las vestiduras y la cola, en particular al primero. El gorri, armado con una espada, pretende protegerles: jaun y andere se defienden con látigos. Es preciado galardón la cola del zorro y motivo de ridículo para el que lo pierde.

Una vez terminada la fiesta del zorro tiene lugar en la posada la de la «marmita». Los huevos reunidos por la mañana se echan en una marmita grande, y abase de ellos se celebra una gran merienda, en que participan todas las máscaras. José María Iribarren, de quien tomo los datos antes transcritos, copia la letra de una canción del mismo pueblo llamado justamente axeri-dantza , que dice así:

I

 

Axeri zar bat bainan ernia

ladrón eta oilo jalia

inguru guzietan higuindia

izan zen artean hartia.

Estribillo

Axeri zarra ¿nun duk buztana?

Axeri zarra ¿nun duk buztana

Jinkoak nasaiki emana...?

II

Bainan axeria beitzen boserik

atherazen buztana utzirik;

athera, diot guibela moztarik,

gauza hortaz ahalgueturrik.

III

Nik ez dakit, eguia eraiteko

hauxe nolaz zen guerthatu;

dakidana zuei kondatzeko

artetik zela eskapatu...

('I: Un zorro viejo, pero avispado; / ladrón y aficionado a las gallinas, / dando vueltas por todas partes / al fin cayó en el cepo. // Estribillo. Zorro viejo, ¿dónde tienes el rabo? / Zorro viejo, ¿dónde tienes el rabo / que Dios tan abundante te ha dado? // II: Pero como el zorro estaba hambriento, / salió dejándose la cola, / salió con la cola cortada, / avergonzado de aquello. ;7 III: Verdaderamente yo no sé / cómo sucedió esto. / Lo que sé y puedo contaros / es que escapó del cepo').

El zorro, animal diabólico

Ver en la fiesta del zorro y la marmita, en la azeri-dantza y"en el Otsabilko actos de propiciación, los dos primeros para preservarse del mal que pueda ocasionar el zorro, para protegerse del lobo el tercero, no parece muy aventurado. Los danzantes que salían matando las aves de corral con los ojos vendados y que pasaban el cuello por el aro que colgaba en medio de la plaza eran representaciones de zorros con probabilidad. Más clara es la personificación del zorro en la fiesta de Valcarlos si cabe. Pero debemos distinguir, una vez admitido esto, varios aspectos en el ritual practicado por los hombres-zorros.

En la azeri-dantza resulta lo más curioso, a mi juicio, el acto de que el capitán prenda fuego a la estopa que cuelga de la nariz de sus compañeros, acto que recuerda al que celebraban los Highianders de Escocia, en Saint Kilda, en una fiesta que tenía lugar por la tarde del último día del año, en la segunda mitad del siglo xvin todavía. Se reunían los vaqueros y mozos de los alrededores. Uno de ellos se cubría con una piel de vaca. Los otros llevaban varas en las puntas de las cuales había trozos de cuero crudo sin curtir. El que iba cubierto con la piel daba tres vueltas a la casa con que topaba en su camino en el sentido del curso solar. Los demás corrían detras de él, gritando: «Hagamos todo el ruido que podamos, golpeemos la piel de vaca». Así recorrían todas las casas, y a la puerta de cada una, después de pedir permiso, uno de ellos cantaba el

beannachad thurlair , que era una canción en que se pedían a Dios toda clase de venturas. Después, cada uno de ellos hacía arder en el fuego un trozo de cuero del que colgaba de su varilla y, frotando con él la nariz de todos los seres vivientes de la casa, se creía que quedaban preservados de los males . Esta ceremonia, que describe Frazer tomando los datos de John Rainsay, Chambers y Samuel Johnson, se llamaba Collui-nunis . El frotamiento y el acto de prender fuego a lo que colgaba de la nariz de los danzantes vascos se pueden comparar también con la fricción con lana empapada en leche de la frente mojada en sangre de los dos jóvenes patricios en el sacrificio de las Lupercalia . Pero, por otro lado, la quema de la estopa en la nariz de los hombres-zorros y la persecución de que es objeto el axeri de Valcarlos hasta que pierde su cola, recuerdan un pasaje clásico que ha sido objeto de interpretaciones diversas. Durante las fiestas de Ceres, Cerialia , el día 19 de abril, había en Roma la costumbre de echar unos zorros con antorchas encendidas en las colas a correr en el circo. Esta costumbre extraña, que aparentemente nada tiene que ver con el resto de los ritos en honor de Ceres que entonces se celebraban, la explica Ovidio mediante una leyenda, según la cual ISHI muchacho de Carseoli cogió una vez un zorro y lo envolvió en heno; aproximándolo así al fuego del hogar, el animal empezó a arder, y al huir incendió todos los campos con la cosecha. Luego, en castigo, se hizo siempre arder la cola de un zorro en las fiestas de Ceres, para que los de su especie pagaran anualmente aquella culpa14. A pesar de esto, irazer indica que aun para él era dudoso que aquí el zorro fuera un espíritu de los llamados «vegetales», sino que más bien le parecía que se trataba de llevar a cabo con este rito la expulsión de un espíritu maligno15. El zorro es un animal

dañino y maléfico. Teócrito nos habla de los niños que se enviaban a las viñas para alejar a los zorros16. En el Cantar de los cantares hay un versículo que dice: «Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas, pues que nuestras viñas están en cierne». Ya desde muy antiguo se ha asociado el texto de Ovidio con un pasaje del libro de los Jueces:

Y fue Sansón y cogió trescientas zorras y, tomando teas y trabando aquéllas por las colas, puso entre cada dos colas una tea. Desdes, encendiendo las teas, echó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó hacinas y mieses, y mieses y olivares.

Este concepto malo del animal existe en el folklore de muchas partes. En Vasconia misma, el zorro es un animal diabólico. En un cuento se habla de «el diablo del zorro» luki barrabasa . Este cuento es vizcaíno, y en Vizcaya es donde se usa la palabra luki para designarle, palabra que tiene semejanza con la griega Xúxos, y que chocó a H. Schuchardt. Considera este autor que esto se debe a que en las lenguas arias el nombre del lobo está estrechamente relacionado con el del zorro19. Pero es curioso notar ahora, por otra parte, que el otro nombre del zorro, más corriente, azeri o axeri, el mismo Schuchardt lo relacionaba con nombres africanos, entre los cuales hay que poner en primer término el libio antiguo Sacroápi-a y los coptos basar y basor, palabra que aparece en el nombre de una tragedia de Esquilo, hoy perdida, y en la que las protago-

nistas eran unas mujeres que adoraban a Dionysos en su aspecto de protector contra los zorros. Bassareu s: las Bassarai . Pero basta de erudición lejana.

En Galicia se usaban cantilenas para preservarse del zorro, una de las cuales es ésta, recogida por don Marcial Valladares, en Santiago, Vilancosta:

Arrapa, raposo,

n'a cima d'o tojo;

non mate-l-a aña

de Pedro Castaña

que vai n'a riveira

busca-1-a manteiga

e un pouco de mél

pra dar a muller

que deija parida

n'a porta d'a vila

c'un filio varón

e outro ladrón

bátelle, bátelle

n'o cu c'un tizón

Los dos últimos versos son curiosos en particular.

Consignaremos, por último, la existencia en otras partes de España de danzantes a los que llaman «zorros». En el pueblo de Valverde -dice don Aurelio Capmany- hay una comparsa de danzantes que va capitaneada por uno al que llaman «el zorra» Este Valverde, aunque el mismo autor no lo diga, es Valverde del Majano, en Segovia, y no otro de los dieciséis que hay, porque don Gabriel María Vergara apunta que en otro pueblo de la misma provincia, en Duruelo, al que dirige y enseña las danzas llaman también «zorra» . La denominaron nos la encontraremos también en pueblos de la provincia de Cuenca, en determinadas fiestas veraniegas. Pero de ellas no se tratará ahora.

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1. Juan Ignacio de Iztueta, Guipuzciaco Dantzak /gogoangarrien condaira edo historia /beren soñuac, eta itz neurtu /edo versoaquin./ Baita berac ongui dantzatzeco irastmre 7edo instrucciac ere ,etc.San sebastian, Ignacio Ramón Baroja,1824,p. 106:"Azeri dantza equiazcao eguin ioda diaquinde edo funcio aundiac bucatu ondoan,et iñauterietajuan Ignacio de Iztueta, Guipuzkoako Dantzak ..., Burdeos, s.a. , publicación de la "Sociadad de estudios vascos" hecha bajo la dirección José Antonio de Donostia de la obra de Iztueta, impresa por vez primera en 1827, p. 45, num.35

2. Iztueta, Guipuzcoa dantzak , en p.106: "Batean illiti iracequiarequin buruzariac ematen die su, ,sudur zuloetan lendanaz sartuco mullo puscaetatic. Besteac beguiaac estaliric dauzcatela sartu bear dituzte baruac, soñuaren azquenengo puntuan, ustai chiqui batean ,ceña egon oidan chinchilla soca batetic plazaren erdian"

3.Juan Thalamas Labandibar, " Contribución del estudio etnográfico del país vasco continental", en anuario dee eusko Folklore, 1931,XI, Vitoria, p. 26.núm.78

4.Publicado por Don tomás de Azcárate Pardo en Juventud Católica_Obrera , Periódico gratuito de propaganda, año II, núm.18, Tafalla, 29 de junio de 1924, sin foliar.

5.J.M.Iribarren, "Estampas del folklore navarro", en Principe de Viana, año,V,núm.XVII, Pamplona,1945,pp.13-14

6. Iribarren , op,.cit.pp.14-15

7.Fraser, The Golden Bough..., Part V.,op.cit,II,pp.322-324.

8.Ovidio, Fast,, IV,679.

9. Fraser , The golden Bough..., Part. V.,op.cit.I,pp.297298,nota 5 a la página 298.

10.Teócrito,id.47.

11. II,15.

12.XV, 4-5 

Julio Caro Baroja

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